La vida y trabajo de Roberto Hayer han transitado siempre entre dos países: España y Suiza. Residente en Zurich desde 1994, Hayer es uno de los cinco socios de REBER Abogados, un despacho que lleva tres décadas siendo un puente legal y guía en las relaciones empresariales entre ambos mercados.

Hijo de madre emigrante tarraconense y padre suizo, este letrado se instaló en Suiza gracias a una oportunidad laboral tras estudiar en la Universidad Complutense y trabajar en despachos internacionales en Madrid y Barcelona. En la actualidad, su despacho es un referente en la asistencia a empresas en los ámbitos mercantil, societario, contratos, derecho laboral, propiedad intelectual, litigios y arbitraje.

Sus clientes son pymes y también algunas multinacionales, y los sectores más comunes en los que han trabajado son ingeniería y construcción, banca y telecomunicaciones. “Como conocemos perfectamente la mentalidad y las formas de trabajar en España y en Suiza, también podemos ayudar a nuestros clientes extranjeros a evitar errores a la hora de establecerse en Suiza o negociar con contrapartes suizas”, subraya Hayer durante nuestra visita a sus oficinas en Zurich.

Además de su condición de estado extracomunitario, con divisa propia (franco suizo) y epicentro financiero mundial, Hayer destaca de Suiza su idiosincrasia humilde, discreta, trabajadora y cumplidora, un país que funciona casi como un reloj suizo”. En términos comerciales lo describe como un mercado abierto, curioso”, con un alto nivel económico que valora los productos y servicios de calidad, y donde los negocios se desarrollan con un altísimo nivel de profesionalidad, disponibilidad y puntualidad”.

Gracias a este amplio conocimiento y un equipo hispanohablante, REBER Abogados trabaja como un partner” local con sus representados, acompañándoles y asistiéndoles en los asuntos jurídicos que puedan surgir a lo largo de su actividad profesional, desde la fundación de sociedades, compraventa o M&A, a la contratación comercial con clientes, suministradores y empleados, en procedimientos administrativos o en el caso de litigios”, según detalla el abogado hispano-suizo. En su trayectoria de más de tres decenios, han constituido más de un centenar de sociedades y “asistido a muchas más” en sus relaciones comerciales, mercantiles o en litigios y arbitrajes haciendo de puente y participando en foros de networking, como el instaurado por la Embajada de España en Suiza.

Desde su visión dual España-Suiza, las ventajas de hacer negocios en el estado helvético son la estabilidad y seguridad jurídica del país, una fiscalidad muy favorable”, la flexibilidad laboral y una capacidad de financiación importante”. Por el contrario, es muy caro y una moneda relativamente dura”. Los alquileres y los salarios son muy altos, lo que requiere una muy alta productividad o una calidad excepcional de los productos y servicios para poder competir a nivel internacional”, subraya.

Respecto a la comunidad emigrante española, Hayer tiene una perspectiva amplia y destaca el “cambio espectacular” vivido entre las dos oleadas (años 60-70 y actualidad). La comunidad llegada en esta última década tiene, por lo general, un perfil de alta cualificación en áreas técnicas y llegan atraídos por multinacionales financieras o tecnológicas en busca de talento, como el caso de Google, que tiene más de 3.000 trabajadores y es la cuna de aplicaciones tan importantes como Google Maps.

Y la acogida en el país es positiva porque “España es el país favorito de los suizos. Encanta nuestra cultura, idioma, los vinos y la comida y es probablemente el primer destino del turismo suizo, pero España tiene mucho más que ofrecer”, remarca. Un factor de imagen de país y potencial comercial ante lo que la comunidad expatriada tiene mucho que aportar no sólo como embajadores en el destino sino también “dando ánimos a los empresarios y a las empresas españolas para que conozcan que hay oportunidades fuera y que no deben tener miedo de dar el paso”.

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