Más de la mitad de las exportaciones que se realizan en España, concretamente un 59%, parten de una empresa de carácter familiar. Esta es una de las conclusiones que se extraen del estudio ‘La internacionalización y la innovación tecnológica en la empresa familiar’, publicado recientemente por la Escuela de Alta Dirección y Administración EADA.
El dato pone de manifiesto que, aunque la empresa familiar es generalmente más conservadora y siempre ha tenido un mayor protagonismo dentro del mercado nacional, en la actualidad está apostando fuertemente por los escenarios internacionales para expandir su negocio. De hecho, según EADA, un tercio de las empresas que exportan en España tiene un origen basado en raíces familiares. La mayoría de ellas no superan los 200 empleados, pero es importante saber que grandes compañías como Ferrovial, Inditex o Freixenet también nacieron como negocios de familia. Y, por supuesto, son estas grandes empresas las que aglutinan un mayor porcentaje de las exportaciones.
La profesora Diana Filipescu, autora del informe, describe la realidad internacional de la empresa familiar en torno a seis aspectos distintos:
1. Las empresas familiares españolas reconocen la importancia de competir en mercados internacionales y entienden los retos de la globalización (conocen cuáles son los problemas de este fenómeno y los pasos que hay que dar para mantenerse en tendencia).
2. Las innovaciones tecnológicas representan una fuente de ventaja competitiva útil para que las empresas familiares se internacionalicen. De hecho, se apoyan en las innovaciones tecnológicas porque saben lo que representan y las entienden como una fuente de ventaja competitiva muy útil para poderse internacionalizar.
3. Para mejorar su cuota de mercado o penetrar nuevos, invierten en I+D: saben que para innovar es necesario invertir. Este gasto previo se traduce en una investigación previa y un posterior desarrollo del producto. No se puede prescindir de esa inversión en I+D.
4. Las empresas familiares españolas se adaptan a las necesidades de la economía global y hacen frente a la competición en los mercados internacionales. En este caso, la adaptación implica necesariamente un cambio. Las empresas cambian y ofrecen los productos que los consumidores locales necesitan, se adaptan a esos gustos y cambian sus productos, por tanto, están innovando.
5. Las empresas familiares españolas se internacionalizan independiente de su tamaño o su sector de actividad. Y esto es importante ya que es interesante saber que las empresas españolas se independizan en la misma medida, independientemente de su volumen de empleados, de su capital social o de qué tipo de producto o servicio comercialicen.
6. Las empresas familiares españolas no presentan un comportamiento diferente a las empresas no familiares en cuanto a su trayectoria internacional.
Por último, Filipescu recomienda a las empresas familiares:
– Entender la importancia de competir en mercados internacionales. Esto implica reconocer la importancia del mundo global actual en el que vivimos, y la necesidad imperiosa de satisfacer a los consumidores nacionales y/o internacionales a través de procesos de adaptación.
– Para ser más competitivas internacionalmente, es necesario tener una ventaja competitiva tecnológica, ya sea en innovaciones de producto o de proceso.
– La internacionalización representa una fuente de conocimiento y, por lo tanto, una ventaja competitiva traducida en más inversiones en I+D, que se derivan en un más alto nivel de competitividad y una mayor exposición a los mercados internacionales.
Consulta y descarga el informe completo:
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