Los Laboratorios Grifols se sitúan como líderes en la producción de hemoderivados, que son aquellos tejidos que derivan o se separan de la sangre. La importancia de este avance es mayor si sabemos que sirven para tratar, entre otras patologías, afecciones neurológicas y pulmonares o enfermedades como la cirrosis. En ello trabaja Grifols, y a juzgar por los números, su experiencia es exitosa. La compañía catalana pasó de ganar 50 millones de euros en 2011 a cerrar el año 2012 con más de 250 millones de beneficios. Esto supone un incremento de un 410,2%, cifra que se debe al proceso de internacionalización de la empresa especialmente por América del Norte y a la compra de Talecris, su máxima competidora.

La compañía, con más de 70 años de experiencia, creó el primer banco de sangre privado en España: el Hemobanco. Desarrolló un sistema que, actualmente, se sigue utilizando en los laboratorios para obtener grandes cantidades de plasma. El proceso de crecimiento de Grifols le ha llevado a incorporar otras firmas y meterse de lleno en la investigación de nuevos campos. Uno de los hitos más destacados en este sentido ha sido la adquisición del  40% de VCS Bioscences en julio de 2012, gracias a la que investigará una de las enfermedades con mayor índice de mortalidad: el cáncer. El objetivo es buscar “tecnologías que den respuestas a necesidades médicas sin resolver”, según la compañía. Y que ello ayude también a multiplicar por cinco el número de vidas salvadas.

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