Los expatriados gallegos que aparecen censados fuera de España son más de 397.000. Sin embargo, en las elecciones del pasado 21 de octubre solo participaron 12.954, un 3,25% del total y menos de la mitad de los que habían solicitado con antelación la documentación necesaria para votar desde fuera del país, en torno a un 7,6 por ciento (30.524 personas).
La escasa participación de la comunidad expatriada, que se aleja sustancialmente de los 76.024 votos válidos que emitieron en 2009, se asocia a la implantación del voto rogado para los residentes en el extranjero. Con este sistema, instaurado en enero de 2011, los electores están obligados a solicitar previamente una documentación necesaria para poder emitir su voto desde fuera del país. En esta ocasión los gallegos tuvieron hasta el 22 de septiembre para pedirla.
Hasta ahora, la elección de los ciudadanos ausentes había sido decisiva en Galicia. Por ejemplo, en 22009 restó un diputado al actual presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y en 2005 llegó a poner en peligro la mayoría que permitió gobernar conjuntamente a PSdeG y BNG, al quedar el hoy fallecido Manuel Fraga a 6.317 votos de revalidar el cargo.
Sin embargo, en esta ocasión el voto emigrante apenas ha modificado los resultados del pasado 21-O. Con todos los votos -exteriores e interiores- escrutados, el PP de Alberto Núñez Feijóo revalida su mayoría absoluta y amplía sus diputados de 38 a 41. Casi la mitad de los 12.954 votantes de la diáspora, un 49,2%, apoyó a la formación popular.
Por provincias, el PP conquistó su triunfo más claro en Pontevedra (53,06%) y el PSdeG alcanzó sus mejores resultados en A Coruña (32,32%). El BNG defiende la tercera plaza frente a AGE entre los emigrantes censados en las circunscripciones de Lugo y Ourense.
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