PIJO, la primera patata frita con rostro, color y sabor propio


PIJO, la primera patata frita con rostro, color y sabor propioPoco ha cambiado la patata frita desde sus orígenes hace más de tres siglos. Pero en los últimos años, el sector atraviesa una revolución comercial gracias a nuevas marcas como Patatas PIJO, que ha creado una línea de patatas con personalidad propia (literalmente), un fuerte carácter español y con una interesante innovación en sabores, marketing y packaging.

Pese a su juventud (2016) PIJO ha alcanzado en poco tiempo una alta implantación en España y tiene una clara vocación de exportación e internacionalización. “Empezamos vendiendo nuestro producto en la región, al poco tiempo ya estábamos vendiendo por toda España, y en un abrir y cerrar de ojos ya estamos presentes en multitud de países, tanto europeos como asiáticos y americanos”, según asegura su director comercial, Andrés Araez.

Para entender PIJO hay que conocer su origen. Se trata de una enseña de Murcia, de ahí su denominación; surge en alianza con Patatas Rubio, empresa líder en el sector con más de 50 años de actividad; y se basa en una gama de sabores personalizados con rostros y viajeros por distintas regiones de España.

PIJO, la primera patata frita con rostro, color y sabor propio

La producción de Patatas Rubio y PIJO supera las 6.000 toneladas anuales y en su nueva fábrica de Bullas cuentan con una plantilla de 70 profesionales que trabajan el producto con un doble espíritu: incorporar innovación manteniendo la tradición artesana. Entre sus clientes más destacados en España, destacan Mercadona, Consum, Carrefour o El Corte Inglés, mientras que a nivel internacional, exportan a 25 países de Europa y Asia. En este ámbito internacional, la empresa ha puesto el foco de su expansión en grandes cadenas de distribución y tiendas gourmet de ambos continentes, donde quiere fortalecer y ampliar sus canales de venta, así como Latinoamérica y nuevos mercados emergentes de África.

Las patatas se sirven en bolsas desde 40 hasta 700 gramos, formatos que aseguran la calidad del producto a lo largo de su caducidad. Este factor es determinante, ya que se trata de una patata gourmet y según su export manager, Luis Fernández, se definen como “una patata de la más alta calidad, pero a su vez asequible al actual mercado”. Las variedades disponibles en el mercado son:

PIJO, la primera patata frita con rostro, color y sabor propio

Limón y pimienta: Es el sabor de Murcia, por antonomasia, y aparece identificado con un treintañero, hipster, cuidado y con un estilo clásico y retro de gran atractivo. Es una patata fresca y perfecta para acompañar una buena cerveza al mediodía. Líder en el mercado español.
Aceituna negra: Es el espejo de Andalucía elegante y de profundas raíces. De sabor perfectamente logrado, invita a ser degustada con calma y saboreando ese regusto tan propio de España. Y, como tal, la imagen de la joven andaluza, esa bella ‘Lola’.
Pimentón: Es el viaje a La Vera, a Extremadura y a tantos rincones de España que han hecho del pimentón un condimento básico de su cocina. Se paladea con facilidad, no cansa y es idónea como complemento en plato o con un vino dulce o robusto. La bolsa tiene su guasa con un veinteañero pelirrojo y pecoso…
Mojo picón: La salsa más internacional y viajera de Canarias. PIJO toma la receta isleña y la aplica a sus patatas fritas fielmente para acompañar carnes, pescados o ser saboreadas a cualquier hora del día. 
Ajo cabañil: Es la última novedad que nos lleva nuevamente de vuelta a Murcia y a la granadina Motril. El sabor más fuerte, rústico y con solera. El anciano protagonista es tremendamente auténtico…
Finísimas: La patata más tradicional, pero con un toque de elegancia en la presentación y en su punto de preparación, crujiente y compacta. Una variedad digna de la dama de alcurnia que encarna su portada.

PIJO, la primera patata frita con rostro, color y sabor propioAdemás de esta búsqueda por la excelencia, Patatas PIJO apuesta desde sus orígenes por una fuerte RSC en el ámbito laboral para el incentivo y la inserción de trabajadores en paro de acuerdo con ayuntamientos de Murcia, así como colaboraciones periódicas con entidades sin ánimo de lucro como la Asociación de Famosos y Deportistas Contra el Cáncer (AFADECA) -con su proyecto “El Árbol de la Vida” en el área de Oncología Infantil del Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca-, la Asociación de Personas con Síndrome de Down ASSIDO o la Fundación Jesús Abandonado. Así lo remarca Andrés Araez: “Una de las características de nuestra marca que más nos enorgullece es su marcado compromiso social con la región de Murcia; queremos devolver a la sociedad murciana una parte de lo que nos aporta”.


Más información y contacto: Patatas PIJO