“Calidad del producto y versatilidad”. Estas dos características son las que definen principalmente a Glosa Marina, una empresa mallorquina que elabora de manera artesanal cremas de vinagre balsámicas con frutas, sales aromatizadas y aceites condimentados. Con más de 15 años de historia, este negocio balear vende sus productos en España y en Alemania y, en la actualidad, sus esfuerzos están centrados en impulsar las ventas a nivel internacional. Apuesta por aumentar su presencia en el mercado alemán y extender sus mercados de exportación al resto de países de Europa. “Los contactos que tenemos en el exterior nos han encontrado a nosotros, por eso ahora queremos expandir nuestro producto y ofrecerlo”, explica el fundador, Antonio Calvo.

Para llevar sus productos al extranjero , Glosa Marina está en búsqueda de tiendas físicas y online, supermercados y mercados de fruta que estén interesados en vender sus productos. Aunque están abiertos a otro tipo de canales, su distribuidor ideal “es aquel que trabaja con productos delicatessen”.

Con este afán de ir creciendo cada día, Glosa Marina ha ido configurando un rico catálogo de productos tanto para consumo final como para detalle, en el que se pueden encontrar: cremas de vinagre balsámicas de naranja, mango, picante, higo, limón, arándano, frambuesa, hibiscus y maracuyá; sales especiadas con chili y romero, azafrán y ajo, hierbas mediterráneas, tomate y ajo, barbacoa, ajo y perejil, hibiscus y limón y romero; y aceites de oliva virgen con azafrán, hierbas mediterráneas y trufa. Entre ellos, destacan los vinagres balsámicos agridulces por haberse convertido en “el producto estrella en el extranjero”, según afirma el fundador del negocio.

En esencia, todas sus elaboraciones están hechas con cuidado, de manera artesanal y con materias primas de calidad. Además, en ellas se ve reflejado “el arraigo que tenemos por nuestra rica cultura, como buenos mallorquines”, se enorgullece Calvo.

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