Bufete de Abogados NLQ, el nexo de confianza con Rumanía
Máxima confianza y profesionalidad. Dos requisitos imprescindibles de la marca “abogado”, que se unen a la necesidad de saber comunicar a los clientes y ofrecer un valor añadido que muchos otros despachos carecen. No se trata sólo de generar una amistad profesional a través de la simpatía, sino más bien de la empatía. Ni va tampoco de minutas, sino del tiempo real que se va a emplear para lograr los objetivos de los actuales y potenciales clientes. Así se define el bufete de abogados NLQ, un gabinete jurídico situado en Bucarest que cuenta con más de ocho años de experiencia con clientes españoles en Rumanía, en un país con grandes oportunidades para la inversión extranjera. “El Estado rumano es un colaborador con quien desee hacer negocios en Rumanía”, sentencia el fundador de este despacho especializado en la conexión hispano-rumana.
“Consideramos que hacer negocios en Rumanía requiere, además del debido respeto hacia las instituciones del Estado, conocer los instrumentos jurídicos adecuados para la defensa y promoción de sus intereses”, explica el abogado Emilio Luque, quien subraya que “cumplir y hacer cumplir las obligaciones asumidas representa la diferencia entre el éxito y el fracaso”.
La complejidad de las relaciones y obligaciones empresariales requiere no sólo capacidad de gestión sino también una base documental adecuada que llegado su momento sirva a la defensa de los propios intereses. Invertir en asesoramiento consiste en proteger el futuro de una empresa y consolidar su tráfico comercial. Tanto en las relaciones con proveedores como con clientes, empleados o el propio Estado, el asesoramiento constituye el guión de todo proyecto de éxito.
Gracias al crédito ganado entre sus clientes, el bufete NLQ se ha convertido en una firma de referencia para la inversión y el comercio, un nexo de confianza entre los inversores españoles que divisan aumentar su volumen de negocios en Rumanía. “Intentamos que el mensaje sea absolutamente transparente. Constituimos un grupo de excelentes profesionales que se ajusta al papel que se le ha dado”, precisa el abogado. En virtud a su filosofía de trabajo, el despacho provee servicios de asesoramiento comercial para empresas y personas privadas que deseen desarrollar negocios en Rumanía: “Cubrimos los ámbitos del derecho comercial, en especial, acuerdos sociales, concursos de acreedores, derecho inmobiliario, contratos, con especial interés sobre los contratos de compraventa internacional de mercancías, análisis jurídico de documentación relevante, negociaciones y reclamaciones comerciales”.
Como punto fuerte del despacho se destaca el asesoramiento y representación en procedimientos concursales. Por ejemplo, cuenta Luque, que la quiebra de una empresa en España con patrimonio o intereses en este país debe declararse también ante las autoridades rumanas, de cara a beneficiar de sus prerrogativas y consecuencias positivas. “El asesoramiento en los procedimientos concursales, constituye una actividad que enriquece nuestra experiencia en otros ámbitos de nuestra actividad, pues resume, en un único procedimiento, una parte importante de las obligaciones asumidas por las sociedades comerciales a lo largo de su existencia y evidencia el grado de cumplimiento de sus obligaciones legales; a fin cuentas, un empresario debe poder conocer cuáles son las consecuencias últimas de su actividad”, añade Luque.
Sus vínculos con profesionales de distintos ámbitos han colocado a este despacho en una posición privilegiada a la hora de facilitar nexos que ayuden a los empresarios españoles a crear su propia red de profesionales de confianza: contables, asesores fiscales y expertos judiciales, entre otros muchos. “Rompemos todas esas tiranteces, susceptibilidades y rigideces con el cliente que pretende invertir en una región donde resulta más complicado no sólo a la hora de los negocios sino también de establecer relaciones con personas de confianza”, asegura el abogado español.
Rumanía está cambiando vertiginosamente desde que entró en la Unión Europea en 2007: En el último ránking de competitividad elaborado por el Foro Económico Mundial se coloca en el puesto 59 y tan sólo tres días se tarda en crear una empresa, a lo que se añade una población muy bien formada, sobre todo a nivel tecnológico. Sin duda, estos son elementos que el inversor español debe tener en cuenta como atractivo, pero también como toque de atención para evitar cualquier trampa o apariencia.
“El engaño es la experiencia que sufre la mayoría de los españoles. Se debe también gran parte a su propia culpa, no toman las medidas de precauciones necesarias, actúan tarde, y se dejan convencer por excusas”, esgrime el abogado, quien asegura que ese problema lo puede solventar su equipo. No obstante, el abogado advierte de que tener un crédito frente a otra sociedad en Rumanía no supone que la negociación salga adelante sino hay un impulso y un deseo real de llevar esta cuestión a los tribunales o de poner toda la presión legal necesaria, puesto que puede quedar en saco roto. “Somos testigos de cuántas veces los engaños han tenido un provecho y, después, vienen los problemas de si se puede denunciar ante la policía, o intentar recuperar un crédito expirado, o sobre una sociedad en procedimiento de acreedores, o liquidada”, concluye Luque.