Podría decirse que Blanca González tiene un pasaporte, una trayectoria y también un ADN internacionales. Dice que, como Astérix, se cayó en la marmita de la traducción al nacer y creció inspirada por las lenguas en un momento en que en España ni se conocía lo que había más allá de los Pirineos. Tras iniciar su carrera y pasar por diferentes puestos y modalidades de la profesión durante dos décadas, esta salmantina ha montado su propio rincón, su propio ‘pueblo’ de las traducciones: TranslatorsVillage.
Esta iniciativa online, desarrollada desde Leeds (Inglaterra) para el mundo, es una plataforma que reúne ya a más de 1.000 profesionales de la traducción en los cinco continentes; una comunidad, una herramienta y un marketplace online que permite comparar candidatos y precios con un denominador común: todos los trabajos tienen el sello, el filtro, la responsabilidad y la garantía de la empresa. “Si se busca un traductor inglés español en internet se obtienen 73 millones de resultados. ¿Cómo elegir al adecuado? Pensé que una traducción no debería ser más difícil que elegir un destino de vacaciones, reservar un hotel o un billete de avión. Y eso es lo que me motivó para fundar TranslatorsVillage”, asegura esta empresaria española que en este proyecto tiene como compañeros de viaje a dos ingleses: Graham Webb y Katie Lovell.
Las tres principales diferencias de la propuesta de esta plataforma son:
1. No operan como agencia aplicando márgenes ni realizando revisiones que, en ocasiones, implican “plazos imposibles con resultados dudosos”.
2. Son un canal de traducción e interpretación hacia profesionales de países donde los servicios se ofrecen de forma diferente y con disparidades que pueden llegar a ser muy altas en calidad/precio.
3. TranslatorsVillage es un mercado online ‘a tiempo real’ y transparente que permite contratar ágilmente, reducir las fluctuaciones arbitrarias y evitar desmanes en los costes o resultados.
Con estas ventajas y el respaldo de una marca responsable detrás, el portal ofrece la mejor propuesta de traducción según país, sector, disponibilidad y presupuesto, y consigue además un abaratamiento medio de entre el 30% y el 40% sobre el precio de las agencias, asegura esta experimentada profesional. Además, disponen de un centro de soporte, para localizar un profesional si no hay ninguno disponible o asesorar personalmente, y asistencia telefónica para contratar por el canal offline tradicional. “Queremos abrir caminos que permitan que cualquier persona o empresa que necesite el texto traducido se ponga en contacto con el mejor traductor disponible y para ello identificamos y colaboramos con profesionales experimentados que comparten nuestros valores y filosofía. Nos gusta pensar que tratamos con personas, no con empresas”, sentencia Blanca en una entrevista con Mundo Spanish.
ESPECIALIZACIÓN EN EXPORTADORES
Además, dado el auge del comercio cada vez más global y dinámico, TranslatorsVillage se ha especializado en este ámbito con un ‘Pack Exportadores’ que permite a las empresas disponer de una cuota fija mensual para traducir progresivamente todos los materiales que necesiten para su entrada o consolidación en mercados exteriores.
Respecto a los idiomas más demandados por los españoles, no hay sorpresas y el inglés es el predominante con diferencia, seguido por el italiano, portugués y francés. Además, hay una creciente demanda de árabe e idiomas de países del Este, un tendencia en consonancia con los nuevos mercados de las empresas españolas. Respecto a la temática hay una gran heterogeneidad, pero destacan los textos del ámbito digital, legal, e-learning, menús, contratos o propuestas.
Con esta aportación al sector de la traducción, Blanca González ahonda en el legado que recibió de su padre y lo evoluciona para adaptarlo al entorno del siglo XXI. Tradición milenaria y nuevas tecnologías. “Siempre estoy buscando formas innovadoras para ayudar a las personas a beneficiarse y disfrutar de la riqueza de las experiencias multiculturales”, concluye esta inquieta emprendedora que vino al mundo en Alemania y tras recorrerse varios países, dice no sentirse expatriada, sino “nómada”… y ahora quizá más que nunca, ya que la nube le permite estar en todos y en cualquier sitio a la vez.
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