Perú se vende como paraíso para el emprendedor y ha desarrollado una normativa legal y fiscal que permite que la apertura de empresas sea fácil y rápida. El sistema peruano es muy similar al español y por ello, la adaptación al país andino suele resultar más fácil de lo esperado.
Existen numerosos motivos por los cuales el emprendimiento es sencillo en Perú. El país ofrece una libertad plena de acceso a todos los sectores sin restricciones para la inversión extranjera y facilita la libre transferencia de capitales y la libre competencia. Las empresas pueden establecerse, bajo la normativa legal, de diversos modos. Las formas jurídicas más comunes, con nomenclatura incluso similar a la española, es la sociedad anónima cerrada (la más simple) o la sociedad comercial de responsabilidad limitada (similar a la SL española). También existe la posibilidad de abrir negocio como una sucursal (filial), para lo que sólo es necesaria la autorización de la empresa matriz y el certificado de continuidad de la misma.
En cuanto a la normativa fiscal de Perú, los tipos de impuestos se dividen en impuestos directos, indirectos y municipales. Tal vez sean estos últimos los más heterogéneos, ya que suelen variar depende del lugar en el que nos encontremos. Los principales tributos locales son el Pedrial (IBI español, que oscila entre el 0,2 y el 1% dependiendo del valor del inmueble), el impuesto de Alcabala (Impuesto de Transmisiones, que tiene un tipo del 3%) y el impuesto al patrimonio vehicular (1%). Entre los tributos indirectos destaca el Impuesto General a las Ventas (IVA, fijado en el 18% en la actualidad). El sistema fiscal es “sencillo, similar al español e, incluso, menos complicado de entender”, según remarcó la gerente Aurelia Ramírez, que, no obstante, sentenció: “No es necesario conocer todos los impuestos; lo más importante es entender el porqué de cada uno”.
En cuestión de aduanas, Perú cuenta con un sistema electrónico que llevan utilizando varios años, con la inclusión de la factura electrónica, conviertiéndose en uno de los primeros países en utilizarla. Ejerce un duro control de mercancías con medidas antidumping y derechos compensatorios. El país cuenta con zonas francas con exenciones fiscales “muy duraderas” de 10, 20 y hasta 30 años y actualmente, Perú aspira a ser “el hub logístico de América Latina”.
En los últimos años, Perú ha optado por mejorar su estrategia de integración dentro del marco global y para ello han establecido numerosos acuerdos comerciales internacionales que mejoran las condiciones de acceso a mercado exteriores y brindan un marco normativo atractivo para la inversión privada.
De acuerdo con el actual marco internacional de comercio, Perú se ha modernizado y ha establecido numerosos acuerdos regionales y multilaterales que hacen posible una comercialización exterior con diversas ventajas y nuevas oportunidades para la inversión extranjera.
Puedes ver el informe completo de Aurelia Ramírez, gerente de la Cámara de Comercio de Perú en España, aquí:
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