Por Victoria Valbuena, autor de Mirando al Mundo y colaborador de nuestro panel de expertos
Cuando las pymes españolas seleccionan los Estados Unidos como mercado estratégico para su expansión internacional saben que deben traducir toda la información comercial y técnica de sus productos al inglés, idioma oficial en ese país. Pero lo que muchas no tienen en cuenta es que deben “traducir” otros términos en esos textos para que les resulten mucho más entendibles a sus interlocutores en el mercado de destino.
Aún recuerdo la cara de confusión total que se me quedó durante una décima de segundo cuando, con un gripazo tremendo, me puse por primera vez el termómetro por aquellas tierras y vi en la pantalla digital del aparatito que tenía ni más ni menos que ¡101o! Hasta que mi mente consciente registró que eso eran grados Fahrenheit, y corrí calculadora en mano a convertirlos, no dejaba de parpadear con perplejidad. ¡No tenía ni idea de si estaba perfectamente sana o con un pie en el otro mundo! Para evitar este tipo de situaciones a nuestros actuales o futuros compradores en nuestros negocios, lo más recomendable, por no decir que imperativo, es hacer el cambio a las unidades correspondientes. Aquí os dejo las más habituales:
1. Medidas de longitud. Las usadas más comúnmente son la pulgada (in), el pie (ft), la yarda (yd) y la milla (mi). Una pulgada equivale a 2,54 cm. Un pie equivale a 0,3048 m. La yarda son 0,9144 m. La milla son 1,609344 km. ¿Cuándo usar una u otra unidad? En general, para describir objetos, éstos se miden en pulgadas y pies. Para las distancias, usaremos las yardas y millas. Muy común es usar los pies para hablar de altitud. Cuando vais en vuelos internacionales, la información de la altura del vuelo en ese momento la suelen dar en pies, no en yardas o millas.
2. Medidas de peso. La medida de peso por excelencia es la libra (lb). Una libra equivale a 0,45359237 kg. Pero ¡cuidado! que aquí viene la trampa. Las fracciones de la libra son las onzas (oz). Cada libra contiene 16 oz. Así que para pesos que no correspondan a libras completas deberemos expresarlos así: 3lb 4 oz.
3. Medidas de superficie. Aquí nos encontraremos siempre con los pies cuadrados (sq ft) Unidad por excelencia en el sector de la construcción. Un pie cuadrado equivale a 0,09290304 m2.
4. Medidas de volumen. Las tres más usadas son el galón (gal), el cuarto (qt) y la onza para fluidos (fl oz). Un galón equivale a 3,7854118 l, un cuarto equivale a 0.94635 l, y una onza equivale a 29.574 ml. La gasolina se mide en galones, y en función de esta unidad veréis los precios en las gasolineras. Otros fluidos como el agua o la leche en sus envases grandes van en galones. Los formatos más pequeños de bebidas, como las latas de refresco o botellas inferiores a 500 ml están expresadas en onzas.
5. Medidas de temperatura. Llegamos a la que a mí me dejó con la boca abierta. La temperatura. Ésta se mide en Fahrenheit. En este caso la conversión es un poco más compleja. Hay que aplicar la siguiente fórmula: 0F= (oCx9/5) + 32.
Como veis, el trabajo de traducir no debe quedarse simplemente en las palabras, sino que tenemos que hacer comprensible el total de información a facilitar a nuestros posibles compradores. Estos cambios de unidades son fundamentales sobre todo a la hora de presentar ofertas económicas. Si se presenta con el producto en unidades españolas, estaremos obligando a nuestro cliente a convertirlas en unidades que le sean familiares para poder hacer una valoración clara sobre si la oferta propuesta está o no en mercado y se corresponde con el valor que él aprecia en nuestro producto. Esto puede traer como consecuencia que el cliente se sienta molesto por la incomodidad causada y perdamos la operación ante un competidor que sí que ha tenido estos temas en cuenta.
Así que a partir de ahora no demos excusas a los estadounidenses para rechazar nuestras propuestas, y hagamos un trabajo que se destaque por la excelencia profesional.
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