La Alhambra se alza como uno de los bienes más preciados de España. Construida en la primera mitad del siglo XI sobre unas edificaciones abandonadas, sirvió de palacio al artífice de su reconstrucción Semuel ibn Nagrella, visir del rey Habús ben Maksan. Rehabilitada numerosas veces hasta llegar a ser el complejo arquitectónico que conocemos hoy, ha soportado a los largo de los siglos guerras y conquistas que han puesto en peligro su integridad. Junto al Generalife y al barrio del Albaicín ha convertido a Granada en una ciudad internacional y con un valor histórico como pocos lugares en el globo.

El mayor reconocimiento que la encumbró fue la declaración, junto al Generalife, como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1984. En una ampliación en 1994 se incorporó el barrio del Albaicín.

España, sólo superada por Italia, cuenta con un total de 43 Patrimonios de la Humanidad, aunque el conjunto formado por la Alhambra, el Generalife y el Albaicín es el más valorado. Pero no es el único reconocimiento que ha recibido. En 2007 una empresa privada llamada New Open World Corporation llevó a cabo un proceso de elección de las siete nuevas maravillas del mundo, en el que cualquier ciudadano de cualquier parte del mundo podía votar siete estructuras de una lista cerrada de 77, en la que figuraban ocho españolas. En la elección final, en la que ya sólo quedaban 21, aparecía la Alhambra, que finalmente pasó a convertirse en la octava maravilla del mundo.

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