Por Blanca González, de TranslatorsVillage, plataforma de traducción online
La internacionalización de los negocios y la emigración de profesionales españoles ha multiplicado las demandas de traducciones documentos, comunicados o artículos. Pero esta necesidad ha topado con casos flagrantes de malas traducciones (incluso profesionales) o recursos poco ortodoxos a la hora de presentar nuestros materiales corporativos o profesionales a otros mercados.
En primer lugar, si no eres experto en idiomas, tenderás a pensar que cualquier persona con un mínimo conocimiento de los dos idiomas (idioma fuente e idioma final) debería poder traducir todos los textos con la ayuda de un buen diccionario. Por desgracia, no es el caso. Es el equivalente a decir que si alguien sabe cómo conducir un coche, seguro que sabrá arreglarle los frenos cuando éstos fallen. Además de una traducción correcta, un lingüista competente conseguirá extraer la “esencia” del texto, y le dará la garantía de no haberse dejado detalle importante y haber sido rigurosamente fiel al original. Existe un largo camino entre comprender el mensaje general de un texto y recrear todo el sentido, el tono, el registro y el impacto previstos del texto original.
Sólo en Google hay 73 millones de resultados relacionados con traducción. ¿Cómo elegir un buen traductor y un servicio profesional?Para guiar en este proceso, enumero a continuación las consideraciones más importantes que debemos tener en cuenta a la hora de buscar un traductor:
1. Todos los lingüistas NO SON traductores
La traducción es arte muy particular que excelentes lingüistas pueden aprender y desarrollar. Hay que ser un excelente lingüista para traducir bien – pero no todos los excelentes lingüistas son traductores. Las personas totalmente bilingües de nacimiento o que han aprendido otro idioma en la escuela, colegio y-o universidad necesitan además seguir estudios específicos para poder traducir. Nunca basta con conocer bien los idiomas, hay que conocer todas las trampas, las técnicas y los entresijos de traducción. Hasta los profesores de idiomas pueden no ser buenos traductores.
Cuando necesites traducir algo, deberás asegurarte de que el traductor tiene las cualificaciones y la experiencia necesarias.
Lo ideal es que tendrán un título que varía de un país a otro, incluso de una universidad a otra, pero que tiene el nivel de Licenciatura y/o Master. También deberá poder el traductor demostrar la experiencia en el campo de la traducción profesional, es decir, la traducción de documentos, textos, páginas web, etc. que están online o publicadas, son de dominio público o las utilizan los profesionales en sus disciplinas particulares.
2. Traductores sólo deben traducir a su lengua materna
Esto es así. Por muy bueno que sea el nivel del “segundo” idioma o cualquier otro idioma sólo se tiene un dominio absoluto del propio idioma para poder realizar una traducción de calidad superior. Así que, con la posible excepción de algunas personas bilingües, las traducciones debe hacerlas el traductor cuya lengua materna es el idioma de destino – el idioma en el que se necesita la traducción.
3. Los traductores deben ser expertos en la materia
La mayoría de los traductores profesionales se especializan en un área o tema en particular, como son el legal, técnico, salud, ingeniería, finanzas, etcétera. Han adquirido experiencia en un área en particular debido a su experiencia laboral anterior o porque se han especializado en ese área durante sus estudios de traducción. Un buen traductor querrá ver el texto antes de comprometerse a traducirlo, para asegurarse que tienen los conocimientos necesarios para traducir el texto. Si creen que no está dentro de sus competencias realizar la traducción, la rechazarán.
Es aquí es donde un buen proveedor de servicios lingüísticos o agencia de traducción marca la diferencia. Las agencias se aseguran de saber las especialidades de todos sus traductores, además de almacenar la información sobre la calidad y la fiabilidad de su trabajo.
4. Los programas de traducción en línea son suficientemente buenos
Para extraer la ‘esencia’ de un texto, existen programas gratuitos de traducción online muy útiles. Pero faltan algunos años antes de que sean suficientemente buenos – especialmente los gratuitos – y que den la garantía de que la traducción que realizan puede publicarse o utilizarse como base para tomar decisiones o poner en marcha acciones importantes.
Como no hay dos idiomas completamente iguales en términos de gramática y lenguaje (serie de palabras), la traducción no se reduce exclusivamente al proceso de cambiar una palabra por otra. El orden de las palabras y la sintaxis también son diferentes en cada idioma.
Una traducción “literal” es la que transfiere las palabras del idioma fuente en la lengua de destino mediante palabras que parecen ser lo mismo, sin tener en cuenta cómo se estructuran los dos idiomas. Pongamos como ejemplo una traducción literal del saludo español básico de “Buenos días” es “good days”, mientras que una traducción fiel es “Hello” o incluso “Good morning”. “Good days” es una traducción palabra por palabra y da una idea de lo que el “mensaje” es, pero no es una forma de saludar a nadie utilizaría en Inglés.
A veces leemos textos que nos suenan raros, con un orden de palabras o frases extraño. Probablemente se trate de una traducción literal.
En las próximas dos entregas seguiré dando claves sobre cómo buscar e identificar buenos y profesionales servicios de traducción abordando aspectos como el precio y el pago, la claves de la localización o cómo saber si un trabajo es de buena calidad.
¡Hasta entonces!
Blanca González, fundadora de TranslatorsVillage
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