Las urnas dejaron un cambio de Gobierno el pasado 20 de noviembre. El PP gobernará España con mayoría absoluta durante los próximos cuatro años después de la debacle del PSOE, personificada en su candidato, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el ascenso de partidos minoritarios como UPyD, y de los nacionalistas CIU y, especialmente, Amaiur.
Y hasta ahí podemos leer. La lectura de la nueva legislatura es, a día de hoy, un jeroglífico. Rajoy encadena reuniones a puerta cerrada con interlocutores de todo tipo de ámbitos. La última hoy, rodeada de gran expectación, con la patronal y los sindicatos CCOO y UGT… Uno a uno, eso sí. Pero nada se sabe del equipo que acompañará al nuevo presidente del Gobierno a partir del 22 de diciembre, fecha en la que se producirá el traspaso de poderes la toma de posesión del Ejecutivo. Previamente, en martes y 13, se constituirán las dos Cámaras, Congreso de los Diputados y Senado, con los nuevos grupos políticos y representantes surgidos tras las elecciones generales.
Mientras tanto, España se encuentra en un ‘stand by’, normal y preceptivo, pero acuciante en el actual clima de incertidumbre nacional y mundial. Todos esperan que Rajoy implante medidas efectivas y contundentes que ayuden a España a volver a levantar cabeza. Emprendedores, pymes, internacionalización son palabras que han llenado los mítines de todas las formaciones políticas y también destacaron en el primer discurso del presidente del PP tras su victoria electoral. El camino parece claro para todos, pero las vías para emprenderlo son todavía una incógnita que mantiene al país en una nebulosa en la que incertidumbre y esperanza siguen dándose la mano. La primera pasará pronto. La segunda podría alimentarse o borrarse de un plumazo en solo unas semanas.
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