El nombre de España es conocido en todo el mundo y su presencia internacional se consolida cada vez más pese a las dificultades económicas que el país está atravesando durante los últimos ocho años. Esta relevancia a nivel global y su creciente protagonismo en las exportaciones se ven reflejados en el informe ‘Presencia de España. La empresa española en el mundo’ (diciembre, 2015), publicado anualmente por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación y donde España ocupa muy buenos puestos en diferentes ámbitos relacionados con la economía exterior.
Según los datos recogidos en este estudio, España es la quinta mayor economía dentro de la Unión Europea –la cuarta si se completa el Brexit de Reino Unido-. Esta misma posición (cuarta) es la que ocupa en volumen de exportación y la novena a nivel mundial en el ámbito de comercio internacional de servicios.
El PIB nominal español sitúa a nuestro país en la decimocuarta posición mundial. Por otro lado, la inversión extranjera directa supone para España el 2,6% de la inversión internacional, lo que se traduce en 673.989 millones de dólares. Estos datos posicionan al país como undécimo inversor mundial. Aún mejor es la situación que tenemos de cara a Iberoamérica, donde somos la segunda mayor potencia inversora entre los países del cono sur americano, sólo por detrás de Estados Unidos.
Los buenos datos que se reflejan en la inversión extranjera directa tienen mucho que ver con que España es una de las economías con menos restricciones al capital extranjero y por ello, estamos en el top ten de los mercados que reciben mayor afluencia de capital exterior (9º).
Por otro lado, el proceso de internacionalización de la economía española ha sido uno de los más rápidos en el último decenio y nos ha llevado a que un 32% de nuestro Producto Interior Bruto (nuestra riqueza) provenga ya de lo que exportamos en bienes y servicios tanto a Europa como a terceros países. Así, somos el sexto país del mundo por nuestro grado de internacionalización de la economía.
no replies