Por Xavier Aubareda, fundador de Addseco y colaborador de nuestro panel de expertos
Mi enfoque a la hora de organizar y presentar proyectos de inversión en Europa tanto a personas como a empresas chinas ha cambiado completamente.
En el primer evento organizado pretendíamos ofrecer España como un buen país para invertir debido a las grandes diferencias de precio respecto a antes de la crisis y las grandes necesidades de capital de las empresas españolas que se agravaron con el recorte de crédito del sistema bancario. De este modo, pretendía que España se viese como una oportunidad para obtener rentabilidades a través de la revalorización de los activos comprados así como por una mejora del negocio debido a la entrada de capital y mejora de la situación económica del país.
Tras terminar la presentación sobre inversión y M&A, uno de los inversores asiáticos me sorprendió con su comentario. La persona se acercó y me comentó que si lo que realmente buscaba era rentabilidad entonces invertiría en su propio país dónde las rentabilidades eran mucho más elevadas y dónde le resultaba mucho más sencillo conseguir buenos tratos debido a idioma, cultura y, sobretodo, guanxi.
El chino tenía razón, así que decidimos darle un nuevo enfoque a la presentación. Para ello tuvimos que plantearnos qué era lo que estaba buscando el chino en Europa. Tras saber lo que busca en Europa podríamos encontrar como diferenciar a España del resto de países, tarea difícil debido a la economía del país.
El primer motivo resultará el más sorprendente de cara al lector. Este es el de propiedad del activo. En China el gobierno tiene la propiedad de los activos. Cuando se compra una propiedad de tipo inmobiliario en China, no se está comprando el terreno, se está comprando una concesión a 70 años del activo. De esta manera, pasados el periodo estipulado, el gobierno puede denegar la extensión de la concesión. Una inversión en el extranjero supondría para el chino obtener la propiedad de manera indefinida hasta la venta de la misma.
El segundo motivo que se nos ocurrió es la salida de capitales al extranjero. El gobierno chino tiene un gran poder y control sobre los capitales de su país. El poder que tiene el gobierno sobre el dinero del pueblo supone una pérdida de control sobre el inversor. La salida de capital del país proporcionaría al inversor un mayor control sobre su dinero y una mayor movilidad de capital una vez esté fuera del gran rojo. El segundo motivo es un aumento de control y libertad de movimientos sobre su capital.
La persona china tiene muy buena imagen de Europa, continente al que ven como un área muy desarrollada culturalmente, zona con un carácter romántico y con productos de alta calidad. Este hecho se debe principalmente a la gran cantidad de productos de lujo e inversión publicitaria de grandes empresas multinacionales. La gran mayoría de inversores son “nuevos ricos” con una media de edad de 40 años. A este perfil de inversor le gusta mucho enseñar lo que tiene y lo que ha conseguido. De este modo, una propiedad en Europa le daría al chino una diferenciación respecto a su entorno. Así que el tercer motivo es imagen y estatus social.
El medioambiente, sanidad y educación son puntos a desarrollar en China. De aquí que muchos inversores vean la residencia fuera de China como una opción de futuro. Los altos ratios de contaminación, la posibilidad de aprender idiomas y el hecho de asegurarse una sanidad de calidad son puntos a favor de Europa como territorio a invertir. De este modo, el cuarto punto para que el flujo de capital se dirija a Europa es la mejora de las condiciones de vida.
En el próximo artículo analizaremos cómo destacar a España como destino prioritario por delante de otros países europeos que también podrían cumplir con estas expectativas.
Addseco es una consultora española especializada en la creación de empresa en Hong Kong
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