Por Victoria Valbuena, autor de Mirando al Mundo y colaborador de nuestro panel de expertos
Tras publicar una serie de artículos sobre temas más específicos, en esta ocasión me ha parecido importante dar un paso atrás y escribir sobre un tema que es clave a la hora de plantearse entrar en el mercado estadounidense y que, además, es válido para todos los sectores: el punto de entrada.
Cuando piensan en Estados Unidos, la gran mayoría de empresas españolas lo hacen poniendo como foco dos ciudades: Miami y Nueva York. ¿Pero son estas ciudades realmente las mejores para que nuestra empresa aterrice en este país? Pues quizás si… aunque puede que haciendo un análisis algo más detallado descubramos que hay otras zonas en este gran país mucho más adecuadas para comenzar nuestras actividades.
Por tradición, Nueva York ha sido “La Ciudad” en USA. Centro financiero y de negocio por excelencia, en los 80 y 90 era en donde tenías que estar. Pero, con la revolución tecnológica que ha supuesto internet, en los últimos años la Costa Oeste ha ido adquiriendo una creciente importancia. Apple, Microsoft, Amazon o Intel son empresas ubicadas en la Costa del Pacífico. Y no nos olvidemos de la zona tecnológica y de emprendimiento por excelencia, Sillicon Valley, situada en California. Así que Nueva York ha ido perdiendo su atractivo como destino de las inversiones.
Miami ha sido considerada como la zona de mayor influencia latina. Con un gran porcentaje de residentes de origen hispano, parece una buena puerta de entrada en el mercado americano de la mano de nuestros hermanos latinos. Pero este mismo pensamiento lo han tenido muchísimas otras empresas españolas, con lo que la competencia allí será mayor. Además, no es la única zona de los USA con gran herencia e influencia latina. California, por ejemplo, también tiene una gran herencia española. Las zonas fronterizas con México también cuentan con esta ventaja.
¿Qué hay del resto de los 50 Estados que conforman este país? Pues en otras muchas zonas también hay oportunidades para empresas españolas. En la mencionada Costa Oeste nos encontramos con una población mucho más sensibilizada en cuanto a la sostenibilidad. Todo lo relacionado con energías renovables y vida sana tiene una mejor acogida en general en esta zona del país. Empresas con actividades en los campos de reciclaje o ahorro energético pueden encontrar aquí una ubicación excepcional.
Además, dada la preocupación por la vida sana, las empresas del sector de la alimentación también podrán explotar la ventaja competitiva de la dieta mediterránea y sus beneficios para la salud. El sector aeronáutico puede también encontrar oportunidades en esta zona, dada la ubicación del gigante Boeing en Seattle. Pero no sólo en la esta zona del país, sino que Georgia también ofrece buenas oportunidades. Gulfstream, empresa líder en fabricación de jets privados, tiene su sede en este Estado sureño. Además, en Atlanta también nos encontramos con la sede central de Coca-Cola y su aeropuerto es la base central de operaciones de la compañía Delta Airlines.
No podemos olvidar el estado de Texas, también con una importante herencia hispana. Formó parte de España a través del virreinato Mexicano hasta el año 1845, cuando pasó a formar parte de los Estados Unidos como el número 28. En este estado de gran riqueza natural (léase con grandes reservas de petróleo) muchas empresas podrían encontrar buenas oportunidades. Además de una industria petroquímica importante, nos encontramos con que en Houston, una de las principales ciudades del país, tenemos instalaciones de la NASA que pueden ofrecer oportunidades también a empresas del sector aeronáutico, además de que esta ciudad es un foco muy importante de investigación médica, destacando sobre todo en tratamientos contra el cáncer.
Estos son sólo algunos pequeños ejemplos de otras zonas en este gran país en el que empresas españolas pueden encontrar tantas o mejores oportunidades que en Miami o New York. En general la elección del punto de entrada dependerá del sector en el que esté la empresa que desee penetrar en este nuevo mercado, de las legislaciones de los Estados, que pueden beneficiar considerablemente ciertas actividades, y de los costes de implantación, que pueden variar mucho de una zona a otra.
También será un criterio a tener en cuenta los clientes a los que nos queramos dirigir. En un país en el que las distancias son tan grandes (de costa a costa hay unas 5 horas de vuelo), la cercanía puede suponer una ventaja competitiva que no debe desdeñarse.
Espero que las pymes españolas que deseen implantarse en este mercado analicen con cuidado este tema y valoren varias opciones, no sólo las más obvias. El éxito o el fracaso de las inversiones en el país dependerá mucho de la ubicación elegida.
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