En Miami la propina viene incluida en la cuenta, está prohibido hacer topless, las invitaciones a eventos con hora de llegada y salida se han de cumplir con puntualidad y puedes saltarte un semáforo en rojo para girar a la derecha. Expatriarse supone mucho más que un nuevo hogar, trabajo o colegio… y eso es algo que sabe bien el equipo de Club Expats.
Esta empresa, creada por dos españolas expatriadas junto a una argentina, ha convertido el desafío de trasladarse a Miami en un servicio de apoyo a otros recién llegados. Su experiencia personal y su conocimiento de la ciudad sirven de puente para las familias que se trasladan por trabajo o los emprendedores que deciden establecer allí su negocio. Para ello, ofrecen atención personalizada a sus clientes y dos clases de servicios: movilidad internacional (‘relocation’) y organización de eventos entre la comunidad española.
En el primer ámbito, solucionan el traslado con todos los trámites fundamentales: desde búsqueda de colegio y casa hasta abrir una cuenta bancaria u obtener el carnet de conducir. El segundo funciona como un ‘club social’ que programa salidas culturales, noches de tapas y eventos deportivos con los que descubrir la ciudad, proporciona descuentos en tiendas y restaurantes, y gestiona un tablón de anuncios donde los ‘expats’ pueden encontrar lo que necesitan si acaban de llegar (casa, coche, muebles, TV etc.) o vender lo que quieran si se trasladan de nuevo.
Otro aspecto destacado del club es un listado de proveedores de confianza, “algo imprescindible cuando llegas a un nuevo país”, como explican sus directoras asociadas, Patricia Azanza, Rebeca Calvet y Ana Inés Bonet. En él han incluido pediatras, dentistas, fontaneros y abogados, entre otros profesionales, para que sus clientes tengan cubiertas este tipo de necesidades durante su estancia en un lugar que todavía no conocen.
Y es que pese a ser una ciudad de larga tradición hispana, Patricia advierte de que el choque cultural en Miami es importante y, aunque puedes defenderte prácticamente en español, se funciona de una forma muy distinta: “Muchas veces, lo más complicado es convencer a las personas que se trasladan de que el sistema no es fácil y que no todos actúan honestamente”. Pero los aspectos negativos se compensan con creces: “Es una ciudad maravillosa para vivir, con zonas muy tranquilas y familiares, y, dentro de todo el universo americano, lo más cercano a lo español que tenemos. Miami es una ciudad americana con ambiente latino”.
Además, “debido a la situación económica de España, hemos notado un incremento importante en el número de españoles en el último año, principalmente de inversionistas dispuestos a montar un negocio a Miami”, según reconoce la española residente en la capital de Florida. Entre sus clientes, cerca de un 90% son españoles, “aunque ahora, por diferentes motivos (políticos, económicos…) vienen también de todas partes como Argentina, Venezuela, Colombia, Perú o México”.
Tras un primer año “cargado de trabajo pero tremendamente gratificante”, sus planes de futuro son expandirse a las principales ciudades de EEUU: Nueva York, Boston, Chicago, Los Ángeles y San Francisco. Por ahora, se han consolidado “gracias al boca a boca y al trabajo bien hecho” y esperan seguir creciendo así en un futuro.
no replies