Vamos, el restaurante español de París heredero de la farándula del emigrante


Vamos, el restaurante español de París heredero de la farándula del emigranteJulian Bernedo es marsellés de nacimiento pero por sus venas corre sangre española. Hijo y nieto de emigrantes, sus abuelos llegaron a Francia para trabajar en los Años 60 y se llevaron en la maleta el arte de la dramaturgia y la farándula. Décadas después, este descendiente de valencianos y gallegos está revitalizando la fiesta española con La Bodega de Cambronne y Vamos, sus dos restaurantes españoles en París que tienden un puente auténtico entre la restauración tradicional y moderna de nuestro país.

 

 

Los locales son el resultado de un espíritu emprendedor que une lo mejor de ambos países: la seriedad y elegancia francesas en el servicio con la alegría y convivencia de la mesa española; ambos encarnados en el afán de Julian, que siempre tuvo claro que quería “montar algo antes de los treinta”. En este camino le acompaña ahora Roberto Gago, un expatriado beligerante y ‘de pro’ que después de Caixa Galicia y la representación comercial de empresas exportadoras españolas, ahora es presidente de la Casa de España en París y el encargado de Vamos, la última apuesta de Bernedo.

Vamos, el restaurante español de París heredero de la farándula del emigranteUbicado en la zona céntrica y moderna de La Republique, este restaurante se ha convertido en un espacio para disfrutar de “la tapa española con un toque contemporáneo, parisino, de fusión” y con una base de productos de calidad, ibéricos y novedosos que van introduciendo en el mercado francés. “Es un trozo de España en París y la gente vuelve porque se sienten como en casa y prueban cosas nuevas como los pimientos del Padrón o la cecina porque se fían”, remarca Gago.

Entre su clientela se cuentan tanto franceses que buscan en París los platos que han descubierto en sus viajes a España como expatriados que combaten la morriña entre cucharadas, picoteo y –muy importante- sorbos de auténtico ‘spanish gin tonic’. Y es que Julian, un amante de la buena ginebra con pepino, reconoce jocoso que ‘lo primero’ que importó fueron las copas de balón, un elemento de la vajilla que representa la sobremesa, la charla y el buen vivir de nuestro país. “Entre Francia y España siempre ha habido una rencilla y es recíproco. Y a nosotros, como francoespañoles, nos gusta demostrar lo contrario, que podemos tener buenas relaciones y que España no es lo que a veces se ve en la tele”.

Previamente a Vamos, Julian montó La Bodega de Cambronne, en el distrito XV, junto a una vecina de su familia en Valencia a la que animó para embarcarse juntos en esta aventura empresarial para ofrecer en París una cocina “clásica de la ensaladilla rusa, las patatas bravas, las albóndigas… muy familiar y acogedora”. Fue en marzo de 2012 y “el primer día se nos llenó”, según recuerda el empresario galo esbozando una sonrisa de orgullo y melancolía.

Vamos, el restaurante español de París heredero de la farándula del emigrante

La clave del éxito de ambos negocios es su mentalidad dual francoespañola y recomiendan a otros emprendedores españoles que acudan a Francia con un buen plan de negocio y mucha seriedad porque “aquí nos tratamos de usted, no de tú”, remarca Gago. Para el futuro, Julian y su socio tienen en mente crear una “zona de tapeo” donde sus clientes puedan alternar con diferentes propuesta de restauración y hostelería española. Unos proyectos que darán continuidad a su legado familiar y que permitirán a la comunidad expatriada mantener y renovar sus puntos de encuentro en la capital francesa. “Nuestros padres nos han transmitido siempre España, sin duda, y lo hacemos nosotros con nuestros hijos aunque seamos segunda o tercera generación, y por eso buscamos estos sitios para reunirnos y ser como embajadores de España”.


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