Todo comenzó en un pequeño obrador de Zaragoza en 1990 y hoy en día está presente en 20 países. Casa Matachín, y su marca internacional Nobles, es una empresa familiar modélica por su fulgurante trayectoria internacional. En pocos años, este fabricante de productos derivados de pollo y ave ha iniciado su andadura en el extranjero desde Mercazaragoza hacia tres continentes (Europa, Oriente Medio y África) y ya mira a Latinoamérica como próximo gran destino de sus exportaciones a medio y largo plazo.

La empresa, creada por Miguel Botaya y continuada por sus hijos David y Juan, ha hecho una clara apuesta por la internacionalización y, aunque sus ventas al extranjero todavía suponen un porcentaje pequeño de su facturación, tienen una gran proyección y unos objetivos de crecimiento importantes. En la actualidad, Nobles está centrada en crecer y consolidarse en los mercados extranjeros a través de la creación de una red sólida de importadores, distribuidores o agentes comerciales que se encarguen de vender sus productos. “Necesitamos una persona que sea nuestros ojos en cada uno de los países”, explican desde Aves Nobles. Paso a paso, la empresa ha conseguido exportar a 20 países y sus principales mercados de interés a corto plazo son tres: Francia, Holanda y Suecia.



Esta apuesta por salir al exterior ha supuesto para este fabricante aragonés un impulso adicional en su crecimiento corporativo, ya que ha pasado de unos 250 trabajadores antes de dar el salto internacional a alcanzar una plantilla de 450 empleados en la actualidad.

Nobles cuenta con una amplia gama de 60 variedades de productos que va desde las carnes elaboradas a los empanados o platos preparados. Pero el éxito en las exportaciones se ha cimentado sobre un nuevo producto, la pechuga de pollo en conserva, con la que se evita la barrera logística del envío en frío y se garantiza una caducidad que llega a los tres años. Así lo explican desde la empresa en una entrevista con Mundo Spanish Aragón, en la que nos avanza que, aunque la prioridad es la conserva, que además tiene certificación Halal para poder ser comercializada en países musulmanes, también están empezando a exportar producto congelado a Europa y pueden llegar más lejos con la quinta gama.

Estos rápidos y efectivos logros en el extranjero muestran la importancia de la innovación comercial y la adaptación tanto a los mercados extranjeros como a los nuevos consumidores, además de aquellos avances de gestión y tecnológicos que garantizan tanto una buena atención al cliente como la calidad y seguridad alimentaria en todo el proceso de fabricación, envasado y distribución.

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